Comenzamos un nuevo curso escolar, actividades extraescolares, y lo que más me gusta… mis clases de patinaje!
Nervios, mantenimiento de mis patines, preparar las protecciones, clases, listas…
Así comienzan todos mis años escolares, y este no podía ser distinto. Pero no quiero hablar del inicio, sino del final.
El curso pasado, uno de mis grupos tuvo que pasar por un «difícil examen» donde completar una serie de pruebas. Si completaban tod@s en buenas condiciones y «aprobaban» recibirían un pequeño obsequio. Nervios a flor de piel, estrategias, técnicas y tácticas se dieron lugar para comenzar a divertirse y disfrutar del último día de sus clases. Y quedaron muy por encima de lo esperado.
Nada más terminar, junto con algún otro regalo más, tuvieron un broche con su nombre sobre un patín. Así no podrían olvidar todo el curso donde habían disfrutado con sus patines.
Fue una manera de agradecerles el poder haberles dado clase, y por todo lo que me enseñaron ese curso.
Ahora, con este nuevo comienzo… Cargo pilas, conozco a los nuevos alumnos y alumnas de este año, y…. A PATINAR!!!
¡Os espero con los patines puestos!