El otoño por fin llegó.

 

Aunque todos sabemos que el otoño comenzó oficialmente el día 21 de septiembre, no ha llegado hasta hace unos días.

Las temperaturas han sido altas, sin lluvias… podemos decir que ha hecho mejor que en verano.

Pero, ¡por fin un día cambió todo! Lluvias, temperaturas más bajas, nubes cubriendo nuestras casas, la gente tuvo que sacar sus abrigos y paraguas, los niños han podido desempolvar sus botas y saltar en los charcos. Los árboles han cambiado sus hojas por los colores más amarillos, rojizos y marrones. Hemos podido coger gran cantidad de bolsas de otoño para las decoraciones de las aulas, piñas, setas…

Gran cantidad de actividades se pueden hacer durante esta estación.

¡Cómo me gusta el otoño!

Elisa, una bailarina de los pies a la cabeza

Elisa lleva varios años practicando danza y flamenco. Su mayor hobby se convirtió, gracias a la ayuda de sus padres, en realidad.

Comenzó temprano a tener que acudir a sus clases. Primero, fueron días alternos, pero actualmente son diarios y horas y horas de estiramientos, posturas, coreografías, cambios de vestuario, actuaciones.

Esta chica pisa fuerte cada vez que sube a un escenario, haciendo vibrar el teatro con su estilo, su perfección, su falda, sus tacones….

Por eso han querido regalarla esta muñeca, para recordarla que con esfuerzo y ganas todo se consigue en la vida.

 

Un Halloween muy brujil

 

Ahora que Halloween ha terminado, l@s niñ@s disfrazados de personajes fantasmóricos y monstruosos, los «trucos o tratos», las calabazas decoradas… os cuelgo mi corona de la puerta.

Una corona realizada con mucho cariño y diferente a todos los trabajos que he realizado hasta ahora.

Espero que mi corona-bruja os guste tanto como me ha gustado a mí hacerla. Ya tengo preparada las ideas para el próximo Halloween o día de los difuntos…

 

 

Peter Pan y Campanilla, un regalo más que personalizado

El día 30 de abril fue mi tercer aniversario de boda, y como regalo para mi pareja, marido, compañero, amigo… ha sido Peter Pan y Campanilla.

Os pensaréis que no es nada personalizado, pero todo lo contrario.

Pedro ha tenido gran cantidad de pseudónimos «Speter», «Peter», «Pedrito»…. Yo le conocí como Peter y entre nuestros amigos fue, es y seguirá siendo Peter.

Mis compañeras de clase le comenzaron a llamar Peter Pan, y aunque Campanilla no era su enamorada, me pusieron ese apodo a mí. Así que como confidentes y amigos que se apoyan en todo momento, Peter Pan y Campanilla son nuestros minis-yo.

Una forma sencilla de continuar viviendo en el mundo de nunca jamás y no olvidarlo.