Hace un tiempo que quise dar una sorpresa a la hija de mi compañera de turismo. La niña se llama Claudia y cuando comenzó a estudiar música, no quiso cualquier instrumento: piano, guitarra o flauta. Ella quería tocar el arpa… y así fue como poco a poco ha ido aprendiendo canciones y ha realizado audiciones con su arpa.
Pensé que era una gran idea hacer su miniatura para que cada vez que la mire continue con la misma ilusión con la que la hice yo su fofucha.