Y nació… ¡Adrián!

Sí, sí. Nos ha tenido a tod@s pendientes de su nacimiento. 

Aunque este nacimiento tiene un poco de historia. A los papis les habían dicho que iba a ser una preciosa niña, a la que pondrían Araceli, nombre que pasa de generación en generación, pero unos días del feliz acontecimiento… «¿Sabéis que es un niño, no?» Aunque la sorpresa fue máxima para ellos, no dejaron de esperar impacientes el nacimiento de Adrián, un niño tan bonito, tan esperado, tan… son tantas las cosas que se puede decir de un bebé, que nunca se tienen las palabras perfectas.

L@s compañer@s del trabajo del feliz padre quisimos hacerle un detalle al pequeñín de la casa. Algunas cosas nos dio tiempo a cambiar, como el nombre del cartel, pero otras no. Seguro que ha disfrutado de los pañales, esperemos que haga igual con todo lo demás.

Todo esto ha quedado en una anécdota, ya que lo más importante de un nacimiento es que todo este perfecto tanto para la madre como para el bebé.

Esperamos que Adrián disfrute tanto de sus padres como ellos están haciendo con él.