Dos pequeños-grandes nadadores, Pablo y Cristina, han recibido un regalo muy especial por parte de su monitor.
Dos niñ@s especiales a los que les gusta mucho aprovechar el buen tiempo y acudir a la piscina siempre que pueden. Para ello, necesitan saber nada, además de llevar una buena indumentaria, y por eso han encontrado un gran entrenador que les enseña cantidad de técnicas, eso sí, siempre de una manera divertida.
La confianza y el cariño que se gana el entrenador con Pablo y Cristina, será para el resto de su vida. Además, otra forma de hacerlo es mirando y admirando sus «mini-yo».
Espero que hayan disfrutado, y lo sigan haciendo, como lo he hecho yo creándolas.