Patricia es la hija de nuestro compañero de «faena» de la bodega en la que trabajo.
Entre todos quisimos hacerle un detalle por su primera comunión. Es un día muy especial para la familia, pero para ella más. Con su vestido de princesa y siendo el centro de atención de su gran día, que mejor forma que regalarle una «mini-yo» lo más parecida a ella para tener un gran recuerdo de su gran día.
Seguro que esta fofucha es menos de la mitad de lo guapa que iba Patricia ese día. Un día estupendo que seguro que no olvidará nunca.
¡Felicidades, Patricia!
Las fofuchas de Lety 