Los padres de Iciar quisieron celebrar el segundo cumpleaños de la princesa de la casa, y decidieron que una «mini-yo» de Iciar era el mejor regalo.
Iciar siempre está acompañada de su peluche que siempre le acompaña cuando se va a la cama. Y tanto le quiere que… ¡también quería quedarse con este de la foto!
Seguro que disfrutaron mucho viendo a su pequeña observarse en su fofuchina.